sábado, septiembre 29, 2012

EL NUNCA DUERME


EL nunca duerme…
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Bendiciones,
Enio

Meditación Diaria
EL NUNCA DUERME
Nuestro Pan Diario

SALMO 121: 3 “No permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te cuida.”
Las jirafas tienen el ciclo de sueño más breve de todos los mamíferos. Sólo duermen entre 10 y 120 minutos cada 24 horas, lo que hace un promedio de 1,9 horas por día. Dado que estos animales aparentan estar siempre despiertos, en este sentido no tienen mucho en común con la mayoría de los seres humanos. Si nosotros durmiéramos tan poco, tal vez significaría que padecemos alguna clase de insomnio. Sin embargo, en el caso de las jirafas, no es una enfermedad lo que las mantiene despiertas, sino que es simplemente la forma en que Dios las ha hecho.
Si piensas que 1,9 horas por día es dormir poco, considera este concepto sobre Dios (Creador de nuestros espigados amigos animales): “Nuestro Padre celestial nunca duerme”. 
Al referirse al permanente interés de Dios en nosotros, el salmista declara: «No se dormirá el que te guarda».
El Salmo 121 nos enseña la perfecta expresión de la confianza en Dios, y en su contexto, el escritor deja claro que el desvelo vigilante del Señor es para nuestro bien. El versículo 5 dice: «El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora.». Dios nos guarda, nos protege y nos cuida sin tener necesidad de recuperarse. Nuestro Protector está buscando permanentemente nuestro bienestar; como bien dice un himno: «Él nunca duerme, nunca se adormece. Él me vigila de noche y de día». Que consuelo es saber que nosotros como sus hijos estamos debajo de su protección de día y de noche y bajo toda circunstancia.
¿Estás enfrentando dificultades? Acude a Aquel que nunca duerme. Permítele cada segundo del día, que guarde «tu salida y tu entrada».  El saber y estar conciente de que Dios no duerme y que está atento a todo lo que nos pasa, trae alivio y confianza a nuestras vidas.  Agradezcamos al Señor que esta protección divina es continua y perpetua.
ORACIÓN: Gracias Padre Celestial por el nuevo día que me das, por las experiencias gozadas, por tus bendiciones y por las muestras de Tu amor.  Gracias porque me guardas permanentemente y porque en 'mi salida y mi entrada' Tu me guardas y me proteges.  Gracias DIOS… Por Cristo Jesús, amén.

Lectura Biblica:  Salmos 121 
1 A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda?
2 Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra.
3 No permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te cuida.
4 Jamás duerme ni se adormece  el que cuida de Israel.
5 El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora.
6 De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche.
7 El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida.
8 El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre.

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