ERRORES, HIJOS SIN LÍMITES ¡GRAN REALIDAD!
PROVERBIOS 19:18 "Corrige a tu hijo mientras aún pueda ser corregido, pero procura no matarlo a causa del castigo."
PROVERBIOS 29:17 "Corrige a tu hijo y te hará vivir tranquilo, y te dará muchas satisfacciones."
Verdad que todo parecido es una coincidencia más sin límites.
Una mujer de 55 años visitaba a su hijo de 23 en la cárcel. Él estaba ahí por homicidio culposo, ya que había atropellado a un niño al entrar a alta velocidad en una calle en sentido contrario, tratando de escapar de una patrulla que lo perseguía por haberse pasado una luz roja.
Entró al penal con los huesos destrozados y en silla de ruedas, ya que el padre de la criatura muerta se le fue a golpes, y el policía - que estaba justo detrás - se hizo de la vista gorda y no lo detuvo hasta que casi lo mata. (Bastante comprensible ¿no?).
El hijo le decía a la Madre: - ¿Sabes mamá? yo no soy un asesino premeditado, ni un maldito desalmado. Ya concluí que estoy aquí porque aprendí y me acostumbré a romper reglas y a no cumplirlas jamás, sin ningún límite.
PROVERBIOS 13:1 "El hijo sabio acepta la corrección del padre; el insolente no hace caso de reprensiones."
- ¡Ay hijo! es que de chiquito te ponías tan difícil. Cada vez que yo te daba una orden o una instrucción, me desafiabas y hacías unos berrinches tales que yo no lo soportaba y te dejaba hacer y deshacer, con tal de evitarme conflictos y de que estuvieras calladito y complacido, para que tu papá no me dijera:¡Calla a ese niño !
Desde que tenías 3 ó 4 años, cuando yo te decía:
1) Cómete tus verduras para que crezcas sano y fuerte, me decías: Yo no quiero ser sano ni fuerte; no me importa, ¡déjame en paz!
2) Arregla tu cuarto: ¡No voy a arreglar nada.! Así estoy contento, ¡si quieres, arréglalo tú!
3) No destruyas las cosas; cuídalas: No me importa. Yo quiero jugar así, y si no me compras cosas nuevas, gritaré y lloraré hasta que me las compres.
4) En esta casa se hace lo que yo digo: No Mamá, no lo haré ¡Ya no te quiero y si me hablas así, me voy a ir a otra casa!
PROVERBIOS 15:20 El hijo sabio alegra a sus padres; el hijo necio los menosprecia.
Y así siguió la lista interminable de instrucciones y respuestas a lo largo de la vida de este hijo rebelde y sus padres pasivos, flojos y blandengues.
Hasta que el hijo interrumpió a la madre gritándole ¡basta ya mamá! Solo dime ¿cómo fue que siendo un adulto, le creíste y obedeciste a un niño tan chiquito?
Hoy a mis 23 años ¡estoy destrozado, infeliz y sin futuro.! ¡De nada sirvió que estudiara o que no hayamos sido pobres: le quité la vida a una criatura y de paso les arruiné el resto de la vida a tí y a mi padre! La vida en la cárcel es una miseria.
Pregunta:
Si tu hijo estuviera a punto de caer en un precipicio y tú lo estuvieras sosteniendo de la mano: ¿Lo apretarías con todas tus fuerzas o le detendrías la mano suavecito, para que no le duela?
Lo mismo pasa con los valores, la disciplina y las reglas.
Sé responsable y apriétalo fuerte y lo salvarás del precipicio de la vida en sociedad, porque nadie a quien él dañe con su indisciplina va a tener compasión de él.
Si tú, que le diste la vida y lo amas, no soportas sus berrinches, ¿qué te hace pensar que los demás lo harán?
Un grito a tiempo, unas nalgadas, un castigo bien impuesto, sin afán de maltratarlo o herirlo en su estima, sino por "su bien", tal vez deje una pequeña huella, pero le hará sentir seguro y tener bien claro la diferencia entre el bien y el mal. Y a la larga, sabrá que si le cuidas y educas bien, es porque le amas. Y no, porque te importan más tu comodidad y tu tiempo libre a tener que corregirlo.
Evítale la infelicidad de la disciplina impuesta por la sociedad y/o la ley enla carcel, o hasta la muerte a manos de otros o el suicidio por la culpa de sus propias faltas.
Y pásalo a todos los padres y madres que conozcas, .incluye a tus hijos a ver si les queda algo.
OREMOS: PADRE Celestial. Gracias te damos porque en La Palabra encontramos consejos sabios que nos ayudan a criar a nuestros hijos. Te ruego que mi esposa y yo podamos aplicarlos, con amor y responsabilidad. En el nombre de CRISTO, amén.
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