Quien me entrena para la batalla...
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Bendiciones,
Enio
ALIENTO DEL CIELO PARA CADA DIA
Meditación Diaria
por RITCHIE PUGLIESE
ADIESTRAR
SALMO 18: 34
“Quien me entrena para la batalla, quien me da fuerza para tensar arcos de bronce”
Para cualquier área de la vida en la cual querramos ser competentes primero debemos atravesar una etapa de preparación y entrenamiento. Nadie puede llegar a ser un profesional en el campo de la ciencia, los deportes, etc. sin tener que cursar primero varios años de estudios y adiestramiento. Generalmente la deficiencia en un profesional es causado por un previo entrenamiento deficiente.
En el mundo espiritual sucede lo mismo. Si queremos ganar la guerra espiritual contra las fuerzas de maldad debemos primero ser adiestrados. No es cuestión de luchar por luchar. Es necesario conocer nuestras armas, ser adiestrados en su uso y por cierto, también conocer las artimañas del enemigo. Las estadísticas nos dicen que muchos cristianos hoy día tienen poco o nada de conocimiento y entrenamiento para hacer una guerra espiritual exitosa contra el diablo y sus demonios.
Pareciera como que la iglesia entró en un letargo que le ha costado perder mucho terreno. La iglesia hoy día es vista por la sociedad como “un mal necesario” o como una “religión irrelevante”. ¡Cuando en realidad Dios la capacitó para ejercer autoridad sobre las fuerzas del mal en las ciudades y naciones!
Una congregación bíblica y de acuerdo al sentir del Señor es aquella que adiestra a sus miembros a batallar efectivamente contra el diablo. Esto por cierto no es fanatismo sino un principio espiritual, pues Dios nos ha diseñado para que seamos cristianos vencedores. ¿Estás tú siendo adiestrado para batallar efectivamente contra las fuerzas del mal donde te congregas actualmente?
CONFESION DE FE:
A TRAVES DE LA PALABRA DE DIOS Y EL PODER DEL ESPIRITU, SOY ADIESTRADO PARA BATALLAR CONTRA LAS FUERZAS DEL MAL
Gracias Señor por recordarme que estoy metid@ en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal. Guíame a una congregación donde pueda ser enseñado y adiestrado como lo enseña Tu poderosa Palabra, la Biblia. Por Cristo Jesús, amén.
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