Si quiero recibir algo, primero debo esforzarme por dar
Bendiciones,
Enio
ALIENTO DEL CIELO PARA CADA DIA
Meditación Diaria
por RITCHIE PUGLIESE
PROVISIÓN
GENESIS 22:14 A ese sitio Abraham le puso por nombre: «El Señor provee.» Por eso hasta el día de hoy se dice: «En un monte, provee el Señor.»
Realmente este episodio para Abraham fue una experiencia "cumbre" donde de una manera poco ortodoxa pudo conocer al Señor como "El Proveedor". Luego de una espera de muchos años, nació Isaac, el hijo de la promesa y nadie hubiera esperado, menos por cierto Abraham, que Dios le pidiese a su hijo Isaac como ofrenda para un sacrificio.
A pesar de no entenderlo todo, Abraham obedientemente estuvo dispuesto a entregar todo, sacrificialmente, por causa de su obediencia y fe en Dios. Cuando Dios vió esa actitud de renuncia y obediencia bendijo a Abraham y lo transformó en padre de multitudes. Abraham conoció la provisión de Dios en el monte del sacrificio. Nosotros también, si queremos experimentar y conocer a Jehová El Proveedor (Jehová-Jireh), debemos primero sacrificar lo que más nos cuesta.
El dar, activa el banco celestial para recibir la provisión de Dios. En el mundo espiritual si quiero recibir algo, primero debo esforzarme para dar. Dar en obediencia implica, por ejemplo llevar mis diezmos a la iglesia local con fidelidad, dar una ofrenda especial extra como un acto de adoración y fe hacia Dios. Las bendiciones de Dios no se ganan con nuestras acciones, pero si activan el obrar de Dios en nuestras vidas.
No te quedes sentado en la silla de la duda, sino que levántate en fe, como lo hizo Abraham, y experimentarás la gloriosa provisión de Jehová, Dios Proveedor. ¡El es fiel proveedor para aquellos que le aman y se sacrifican por El!
CONFESION DE FE:
¡EL SEÑOR ES MI FIEL PROVEEDOR!
ORACION:
En este día Señor, te entrego esto que más amo, ante tu altar, para que Tú lo recibas como una ofrenda sacrificial que suba a Tu presencia como un olor grato. Ayúdame a hacerlo, Señor, pues quiero conocerte como El Proveedor. Por Cristo Jesús, amén.
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