Nuestro proceder...
Bendiciones,
Enio
ALIENTO DEL CIELO PARA CADA DIA
Meditación Diaria
por RITCHIE PUGLIESE
LEVANTA
SALMO 146:8 Jehová abre los ojos a los ciegos; Jehová levanta a los caídos; Jehová ama a los justos.
Generalmente cuando llega a nuestros oídos el comentario: - ¿Te enteraste quién cayó en pecado? – no sólo corre por nuestra mente la curiosidad de saber “quién fue”, sino también una sensación interna de “santa infabilidad”. Nos sentimos superiores pensando que “éso” a nosotros nunca nos podría pasar.
Los estudiosos realizaron una encuesta entre todas aquellas personas, que por uno u otro motivo cayeron en diversos pecados, y la mayoría de éllas dijeron que nunca habían pensado que podían caer de su posición espiritual. Pensaban que eran infalibles. El descuido es uno de los elementos principales que acelera nuestra caída espiritual. ¡Nadie está exento de caer, a menos que se mantenga fiel al Señor!… pero..¿qué pasa si alguien ha caído en algún pecado?
Alguien dijo una vez “No importa cuantas veces hayas caído, lo que importa es si más veces te has levantado”. Definitivamente creo que éste es el sentir del Señor. Dios no se complace en el pecado, pero El quiere restaurar al caído en el pecado.
Nuestra naturaleza carnal tiene la tendencia a “eliminar” y condenar a los que caen de la gracia. Dios no nos llama a fusilar a los "soldados" del Reino de Dios sino a sanarlos, restaurarlos y ayudarles a que se arrepientan y sigan peleando la buena batalla de la fe.
Quizás tú tengas a un familiar, un amigo, un hermano de la iglesia en esta situación. El deseo de Dios es que tú vayas a buscarlo para ayudarlo a volver a la senda de la santidad, hacer que confiese su pecado y reciba el perdón sanador del Señor, a fin de que vuelva a ser un cristiano fiel. Nunca olvides que lo que le ha pasado a esa persona, te podría haber pasado a tí si te hubieras descuidado.
Dios sigue siendo el Especialista para levantar a todos los que han caído, si éllos están dispuestos a arrepentirse y empezar de nuevo. ¡Su Palabra poderosa así lo afirma!
CONFESION DE FE:
DECIDO CAMBIAR MI ESPIRITU CONDENATORIO POR UN CORAZON RESTAURADOR, PUES ESO AGRADA AL SEÑOR.
ORACION:
¡Con qué rapidez, Dios mío, muchas veces condenamos y descartamos a los que han caído en algún pecado, sin darme cuenta que me hubiera podido pasar a mí, si descuidaba mi vida espiritual! Dame tu sentir, Señor, pues quiero trabajar de tu lado ayudando, dentro de mis posibilidades, a aquellos que han caído en algún pecado. Cambia en mi interior la palabra “condenar” por “restaurar”. Por Cristo nuestro Señor. ¡Amén!
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