¿Deudas?...
Comparte
esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación diaria
RESTITUYENDO
ROMANOS 13:7 “Pagad a todos lo que debéis: al que
tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que
honra, honra”.
Durante la compilación del Oxford English Dictionary
(Diccionario Oxford de Inglés), el editor ejecutivo James Murray recibió miles
de definiciones de parte del Dr. William Chester Minor. Siempre las enviaba por correo y jamás las
traía en persona. Murray tenía
curiosidad de conocer a este hombre brillante, así que fue a visitarlo. Quedó impactado al encontrar que Minor se
encontraba encarcelado en un asilo para delincuentes psicóticos.
Años atrás, mientras se encontraba en un estado
delirante, Minor le disparó a un hombre inocente al creer que éste lo había
estado atormentando. Más tarde se llenó
de remordimiento y comenzó a enviar dinero para apoyar a la viuda y su familia.
Minor fue sentenciado a cadena perpetua
pero encontró maneras prácticas para aliviar el dolor de sus víctimas y
contribuir a la sociedad por medio de su trabajo en el diccionario.
El Evangelio de la gracia movió a Zaqueo a ayudar a
aquellos a los que había perjudicado; el dejó que Jesús entrara en su vida,
tomó una valiente decisión: devolver cuadriplicado lo que había ganado
injustamente.
En el proceso de restaurar relaciones interpersonales
una pregunta que necesitamos hacernos es: ¿hay algo que debo restituir a la
persona ofendida? ¿He tratado injustamente a alguien? ¿Qué pasos daré para
ayudar a enmendar las cosas?
Hay veces que nuestras faltas o pecados ocasionan en
los demás un daño o una pérdida que demanda restitución.
Permitamos al Espíritu Santo examinar nuestras
relaciones y consideremos, además de pedir perdón, si necesitamos devolver
bienes robados o arreglar o cambiar cosas dañadas, o reivindicar públicamente
el honor de la persona damnificada. La
restitución revela un auténtico arrepentimiento
ORACIÓN: "Señor, sé que no necesito repensar
en mi falta, aún cuando tendría cien razones para justificarme. Guíame a hacer un reconocimiento de mi deuda y
a una promesa de restitución. Dáme la
paz y el gozo de vivir sólo con lo mío, y el valor de restituir en este día
aquello que es ajeno. En Cristo
Jesús. Amen”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario